Había un niño llamado Raúl que estaba enfadado porque le habían castigado.Por la noche cuando miraba el cielo vió una estrella fugaz, le pidió que hubiera un mundo en el que solo viviera él.
Al día siguiente las calles estaban desiertas y las casas y las tiendas estaban vacías y así comprobó que su deseo se había hecho realidad.
En un principio le gustaba pero al cabo de un tiempo quería jugar con sus amigos pero no podía porque el mundo era solo para él y se puso muy triste porque había perdido a todos sus seres queridos.
Desde entonces, Raúl miraba al cielo con las lágrimas en la cara intentando pedir que todo volviera a la normalidad.
Joaquín Gutiérrez Millán 5ºB
